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Ex libris Su misteriosa seducción

Una aproximación al mundo de los bibliófilos y coleccionistas

BERNARDO LOZIER ALMAZÁN

Formato: 15 X 23 cm
Páginas: 128 (con ilustraciones)
ISBN: 978-987-28246-7-9
Año: 2015

Prensa

1. Portal UNO Argentina - 23/04/2015
BERNARDO LOZIER ALMAZÁN PRESENTO SU LIBRO SOBRE EX LIBRIS EN SAN ISIDRO

En el mismo ámbito en el que expusiera en Abril de 2014, la Quinta Los Ombúes [Adrián Beccar Varela 774, San Isidro] el historiador Bernardo Lozier Almazán presentó en sociedad "Ex Libris. Su misteriosa seducción. Una aproximación al mundo de los bibliófilos y coleccionistas", un libro dedicado al curioso mundo de aquellas pequeñas expresiones artísticas que se insertaban en libros para indicar a quien pertenecían.

Caídos en desuso en casi inevitable declive desde hace unos 50 años, los ex libris daban lugar a talentosos dibujantes y grabadores que, en el reducido espacio de una estampa, etiqueta o sello, sintetizaron particularidades del dueño o de la biblioteca a la que pertenecían.

El reconocido autor incluye en el libro, además de valiosa información sobre los orígenes y particularidades del tema, una parte de su colección personal de ex libris, lograda con mucho empeño y sostenida dedicación.

En el comienzo del encuentro, la directora del Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal, Arq. Marcela Fugardo, dio la bienvenida a los presentes. Entre sus palabras, mencionó que en la misma biblioteca de la institución se pueden apreciar ex libris en libros de Pedro Llorens, de Adrián Beccar Varela y también de Bernardo Lozier Almazán. "Con pasión de coleccionista, Bernardo ha reunido una colección privada de ex libris y hoy sus conocimientos han quedado plasmados en un volumen editado con la excelencia que nos tiene acostumbrados su editora, Graciela Sammartino.”

La editora, por su parte, destacó en su participación la importancia de los derechos de autor. "Como sabrán, los derechos del autor no se refieren sólo a regalías (el beneficio económico) sino también al tema del plagio y de la reproducción ilegal", e instó a que los mismos sean firmemente defendidos.

Sammartino agradeció, además, a la arquitecta Marcela Fugardo por su generosa predisposición, al Dr. Oscar De Masi por aceptar prologar el libro y al propio autor, por seguir confiando en su tarea editorial.

“Pensábamos con mi ilustre sucesora en este Museo, la Arq. Marcela Fugardo, que no había mejor manera de festejar el Día del Libro, que presentando un libro que comenzara su andadura por este mundo, un 23 de Abril”, comenzó diciendo Bernardo Lozier Almazán.

“No pudo ser el 23 de abril, por eso nos encontramos en las vísperas aquí reunidos para festejar el maravilloso invento de la imprenta tipográfica, llevada a cabo en el siglo XV por el genial Johannes Gutenberg que produjo un hito en la historia cultural de occidente y por añadidura del mundo entero, si tomamos en cuenta que la imprenta originó el fin del libro manuscrito y el advenimiento del libro impreso.”

El Día Internacional del Libro y del Idioma se festeja el 23 de Abril porque así lo determinó la UNESCO, luego de que España así lo hiciera desde antaño.

Fue, curiosamente, ese día de 1616, que murieron los dos más grandes exponentes de la literatura universal, Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare. Y como si eso fuera poco, el mismo día del año 303 fallecía San Jorge, caballero cristiano que, desde los altares, es patrono del Día del Libro.

Seguidamente, Lozier Almazán agradeció a la editora Graciela Sammartino, por su esfuerzo editorial y al Dr. Oscar Andrés De Masi, prologuista del libro y profundo conocedor de la temática histórico-cultural y artística del fascinante universo de los ex libris.

“El recordado escritor, poeta y crítico argentino Rafael Alberto Arrieta, describía con maravillosa síntesis lo que son los ex libris, cuando decía que eran 'una síntesis espiritual de su dueño'".

"Observándolos con otra mirada, los ex libris no son otra cosa que etiquetas o rótulos que, desde tiempos muy remotos, tienen por finalidad testimoniar de manera artística la identidad del propietario de un libro."

"Fruto del excepcional auge que tuvieron estos pequeños exponentes del arte en miniatura los ex libris fueron objeto de colección, valorados por la belleza de su estampa, el prestigio del artista que lo diseñó y la personalidad de su propietario."

“Consecuencia de esa seducción colecciono con vesánica pasión, es este libro que hoy vengo a presentar, con la pretensión de acercar al lector a una de las expresiones del arte, como son los ex libris, y a sus cultores y coleccionistas, muchos de ellos prestigiosos bibliófilos o escritores argentinos”

Oscar De Masi, a continuación, puso de relieve la paradoja de estar reunidos en tan hermosa casona para ser testigos de la presentación de un libro que trata sobre ciertas etiquetas que llevan algunos libros.

Los ex libris "nacieron cuando nació la imprenta y tomaron un enorme desarrollo en el barroco, especialmente a finales del siglo XIX y comienzos del XX, con el auge de las artes gráficas e ilustrativas."

Citando que los ex libris no son las únicas señales de propiedad de un libro, ya que es posible determinarlas con una firma, con un sello, con las iniciales en el lomo, con un ex dono (que indica quién lo donó), De Masi destacó los ex libris por su atractivo visual, su riqueza alegórica y su misterio epigramático.

"Ex libris en un término en latín, donde ex es una preposición que indica la procedencia", lo que se traduciría como 'de entre los libros de', de qué biblioteca salió ese libro.

Los ex libris, como los libros, tuvieron su comienzo en las clases sociales letradas, en los príncipes, en los clérigos, en quienes podían tener bibliotecas. Fueron ellos los que encargaron la confección de estas particulares piezas artísticas. De allí, con la propagación del libro a otros niveles sociales también se extendió el interés por su identificación.

Revisando el período en que los ex libris se difundieron con mayor intensidad, De Masi mencionó que "en el Barroco la imagen adquiere una importancia comunicacional categórica" y luego, en la segunda mitad del siglo XIX "van a tener un reverdecer con el auge de la ilustración".

"En el Barroco se imponen las imágenes como una especie de respuesta a esa negación de la imagen que traían las ideas protestantes de Lutero. Lo visual, las tallas, son una respuesta. Y ese empleo de la imagen comienza a apropiarse de la palabra. El Barroco se solaza en el jeroglífico, en el enigma, en la adivinanza, en el emblema, el blasón, el epigrama. Le gusta más la frase sinuosa, el sentido oculto, una sabiduría escondida tras una frase."

Los ex libris, señaló Oscar De Masi, surgen de una necesidad y también de un deseo de belleza formal. "Un imprentero en Venecia enviaba sus libros a un obispo en Salzburgo o uno de Stuttgart enviaba su producto a Génova, y ante la posibilidad de un robo el ex libris permitía saber a quién pertenecía." Aunque, curiosamente, también llegó el momento que un libro también fue robado para conservar su ex libris.

Seguidamente, el prologuista expuso sobre las particularidades de los coleccionistas -como Bernardo Lozier Almazán- y su dedicación hacia sus objetos de pasión.

Más allá del gran auge del coleccionismo que se dio en el siglo XIX, hubo curiosos coleccionistas que, sin medir la autenticidad de sus objetos se dieron corte de tener piezas de dudosa procedencia, tal el caso de Carlos IV: el cráneo de San Adalberto, la espada de San Estéfano, una espina de la corona de Cristo, algunos trozos de su cruz, el mantel utilizado en la Última Cena, un diente de Santa Margarita, una costilla de una ballena, el colmillo de un elefante y una vara usada por Moisés.

Sobre el final, De Masi mantuvo un breve diálogo con Lozier Almazán sobre su dedicación a coleccionar ex libris y sobre cómo fue nutriendo su colección.

El autor buscó dejar en claro la diferencia existente entre un "juntador" de objetos y un coleccionista. Muchas personas gustan de hacer acopio de objetos (monedas, estampillas, bastones o lo que fuera) pero no van más allá del hecho de poseerlos. Cuando se cataloga, cuando se investiga sobre ellos, cuando se busca un sentido, se está hablando de un coleccionista, como él se identifica.

Seguidamente, Bernardo señaló que estudió mucho heráldica una disciplina que lo acercó a los ex libris y luego de juntar muchos de ellos decidió hace unos años armar una verdadera colección, que terminó siendo el impulso para este nuevo libro.

2. Academia Portuguesa de Ex Libris

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